Mi primer post: I´m glad you found my bottle

He aquí mi primer post. Encontrarme ocho años después con estas palabras tan ingenuas me ha emocionado. Acabo de volver sobre mis pasos gracias al Wayback Machine que archiva el histórico web para recordar la impresión que sentí al ver por primera vez un blog cuando aún se llamaban “weblogs”.

Confieso que venía rodeado de muchas cosas automáticas que no entendía, como aquello del permalink, los trackbacks, el concepto de “sindicar” otras fuentes de información, etc. Pero no importa. Lo más importante fue la sensación de libertad y autonomía que sentí al publicar ese primer post en un segundo.

Yo, siempre a caballo entre el periodismo y la educación, venía de esforzarme en enseñar editores web que resultaban demasiado complejos a maestros y periodistas. Había llegado el momento de abandonar Front Page y Dreamweaver, de olvidarse de distinguir entre local y ftp, de los enlaces relativos y los absolutos. Por fin una tecnología nos daba el control suficiente para hacer lo que sabíamos y lo que necesitábamos: centrarnos en el mensaje, separando contenido de forma, para componer fácilmente y crear páginas/posts de una manera sencilla y directa. No había nacido WordPress y apenas había plataformas gratuitas (Blogger empezaba a dar sus primeros pasos). Ahora es fácil reconocer el valor de los blogs cuando la película ya ha avanzado tantos capítulos, pero si de una sensación estoy segura es de haber percibido ese potencial en aquel instante.

Y esta búsqueda en las raíces viene a propósito de la conferencia que dio Isaac Mao recientemente en EOI. Después de su charla fuimos a la presentación de Google Art project en el Museo Thyssen-Bornemiza y allí, ente canapé y canapé, nos pusimos a recordar nuestros inicios como bloggers.

En la conversación apareció una mágica coincidencia y es que ambos habíamos coincidido en marzo de 2003 en Harvard. Yo arrancando mi primer blog, en el proyecto de Weblogs at Harvard que lideraba Dave Winer en aquel tiempo dentro del Berkman Center, y él invitado a un workshop de bloggers asiáticos. No nos conocimos en aquel tiempo, pero it was meant to be que diría alguien espiritual como él. Y aquí estamos ocho años después unidos por el sharism, de Harvard a Shanghai pasando por EOI Madrid y hasta por RTVE 🙂