Día de la Privacidad: Problemas reales, soluciones complejas

dia-privacidadHoy es el Día de la Privacidad y The Public Voice lanza una campaña bajo el lema Privacidad: Problemas Reales, Soluciones Reales para hacernos reflexionar sobre la necesidad de protección de los datos personales en la sociedad actual.

Según se observa en su planteamiento, el foco está más dirigido a reivindicar de los Estados más garantías en la protección de este derecho y más presión sobre las empresas para salvaguardarlo. Sin embargo, echo en falta en este enfoque clásico un aspecto que me parece fundamental y difícil de abarcar con soluciones clásicas. Me refiero a la sensibilización de las personas con respecto a sus prácticas digitales, que parecen ir en dirección contraria a la protección de privacidad.

Es cierto que el propio diseño de muchos de estos servicios del personismo online no ayuda en esta dirección y deberíamos empezar por cuestionar sus selecciones “por defecto”. Sólo manejar las opciones de privacidad de Facebook ya exige un manual de instrucciones para hacer el desdoblamiento de “quién ve qué” y “qué puedo hacer yo sobre lo que vea de mí”.

facebook-rastreo

O como esa costumbre de pedir la contraseña del correo para invitar a los amigos desde los primeros pasos en una red de este tipo. Mucha gente rellena los campos sin darse cuenta de la trascendencia de lo que hace, de cómo está dando una de las contraseñas más sensibles y de su dejación de filtrado personal en la selección de sus amigos de partida. Pero seguimos adelante, abocados al botón de “Continuar”, atrapados por la seducción de ese mayordomo complaciente que es “el asistente virtual”. Demasiado cómodo.

El problema no está tanto en que no se proteja adecuadamente con leyes y se regulen las prácticas comerciales abusivas, algo imprescindible pero insuficiente, sino en que los usuarios no sean conscientes o sencillamente no den valor a proteger su propia privacidad. La mayor sobreexposición pública de la intimidad no la están haciendo los registros de ficheros comerciales, sino las propias personas en sus prácticas online, en público y para el público. Es el precio a pagar del modelo “regalarse para venderse”. Una transacción que está resultando muy rentable y satisfactoria para mucha gente, sin duda. Pero ahora que estamos en términos hipotecarios, el problema es que genera intereses, no se puede pagar en un solo plazo, no se sabe durante cuánto tiempo se amortizará la deuda y cuál es la tasa de cancelación. En esta celebración del Yo que vivimos, condenados a la narración constante, a la pornografía de los sentimientos para Ser y con ello Existir online, de un barroquismo entre trágico, naive y hedonista, no vemos y no queremos ver las estructuras del medio: cuestiones como su replicabilidad y su perdurabilidad.

Pensando en el valor de la transparencia, de la intimidad revelada y de la dificultad de recuperar lo que consideramos nuestro, me vienen a la cabeza refraneros cursis de la niñez. Uno muy repipi de cuando saltábamos a comba y se nos levantaba la falda, Lo que se ve se luce y lo que no se pudre, y otro de cuando nos querían arrebatar un regalo, Santa Rita, Rita, Rita, lo que se da no se quita. Aquí lo dejo.

Más actos sobre el Día de la Privacidad en la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). Recomendaciones y guías de la AEPD (en pdf):

Actualización 2-2-09: Añado estas otras guías en catalán (vía Bloc de Blocs)

Por el momento, apunto el blog Portuseguridad.org y algunos enlaces sobre privacidad e identidad que voy mezclando en Delicious y estos posts recientes: