¿Nativos digitales? = ¿competentes digitales?

Mañana se celebra en abierto el Congreso sobre e-Competencias que ha organizado la Universidad FLACSO de México junto a la Universidad de Minnesota y la Universidad de Toronto. El encuentro unirá la perspectiva de un gran número de investigadores de varios países sobre lo que supone ser un ciudadano competente y suficientemente alfabetizado en la sociedad digital (ver programa). En mi breve intervención intentaré remarcar algunos puntos de un texto en el que llevo unos meses trabajando para un próximo libro sobre competencia digital y del que extraigo unas ideas más abajo.

Pero antes quiero reseñar también su coincidencia con el lanzamiento de un proyecto en esta línea con una propuesta de trabajo muy interesante que seguiré de cerca: el Espacio-Red de Prácticas y Culturas digitales. El proyecto se presenta mañana en la UNIA de Sevilla bajo la dirección de Francis Pisani y contando en su equipo con otros investigadores que también admiro y respeto como son Juan Freire y José Luis Molinuevo.

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¿NATIVOS DIGITALES? = ¿COMPETENTES DIGITALES?

Los jóvenes están experimentando de forma natural lo que supone relacionarse en Red a través del uso intensivo de tecnología digital: telefonía móvil, redes sociales, IM, fotologs, vídeos, etc. Sin embargo, ese aprendizaje informal no es garantía de una alfabetización suficiente para desenvolverse como ciudadanos, consumidores y productores de conocimiento en la Sociedad de la Información.

Numerosos estudios demuestran su facilidad para manejar tecnologías y dispositivos, pero al mismo tiempo expresan cierta dificultad para gestionar información de diversa naturaleza, así como para tener experiencias más satisfactorias en torno a conceptos como credibilidad, identidad y privacidad. Ahí es donde, de una manera específica y sistemática, la educación formal puede colaborar introduciendo destrezas de competencia digital que ayuden a los jóvenes a generar sentido del entorno tecnosocial en el que viven.

La competencia digital se refiere a la capacidad de comprensión y expresión a través del uso analítico, productivo y creativo de las tecnologías de la información y la comunicación digitales. En los últimos años, el enfoque de los estudios y discursos sobre Alfabetización Digital parecen estar trasladando el peso desde lo tecnológico hacia lo comunicativo, en un proceso paralelo al que está experimentado también la propia evolución de la Red y sus usos por parte de los usuarios.

En el siguiente cuadro planteo un ejercicio de contraposición para enfatizar algunas diferencias significativas de lo que suponen ambos enfoques desde un punto de vista educativo. Antes, unas breves observaciones personales: el enfoque tecnológico no ha desaparecido, por mucho que intente ubicarlo de forma exagerada en el tiempo, y el enfoque comunicativo empieza a asomar pero aún no está asentado en las políticas educativas

ENFOQUE TECNOLÓGICO

ENFOQUE COMUNICATIVO, SOCIAL Y PARTICIPATIVO

Años 90’- primeros 2000 (web 1.0)

2003-actualidad (web 2.0)

Leer la Red

Escribir la Red

Moral Panics. Enfoque defensivo, determinista

Participación. Enfoque pro-activo, posibilitador

Qué hace la tecnología con nosotros

Qué podemos hacer nosotros con la tecnología, qué tecnologías queremos y para qué, cómo las podemos diseñar

Usar las tecnologías

Usar, pensar y construir las tecnologías a través de las prácticas sociales, negociadas y consensuadas

Formar en tecnología digital

Educar sobre-con-para-en la cultura digital (libre, social, participativa, cívica, solidaria)

La formación en tecnología como “manual de instrucciones”

La formación en tecnología como instrumento de transformación social

Formar consumidores de tecnología, formar obreros tecnológicos

Formar ciudadanos, críticos y responsables, con criterio propio

Énfasis en el CON QUÉ

Énfasis en el PARA QUÉ

Omnipresencia de la tecnología

Invisibilidad de la tecnología

Dominio del software propietario

Planteamientos de software libre y software en red

Tecnología como FIN en sí misma

Tecnología como MEDIO para comunicar, crear, expresar

Alfabetización digital = competencia tecnológica

Alfabetización digital = competencia comunicativa

Cursos de “software” (ej. Curso de Photoshop)

Cursos de “prácticas, medios y lenguajes” (ej. Curso de Representación a través de la imagen digital)

Se valora: el competente tecnológico, el que más sabe, el nodo

Se valora: el competente tecnosocial, el que más comparte, el que más canaliza, el hub

Fascinación por lo dicotómico y los contrastes cromáticos:

  • Apocalípticos-Integrados
  • Nativos-Digitales
  • Online-Offline

Reconocimiento de los tonos intermedios entre las fronteras:

Hibridación, mestizaje, remix, semipúblico, semiprivado, etc.

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Público

Copyright

Copyleft

Hipertexto

Intertexto

Enseñar

Aprender

PARA QUÉ. Ahora bien, debemos plantearnos para qué queremos educar en competencia digital. Según el enfoque del que se parta observaremos si el objetivo es formar dóciles consumidores de tecnología y hábiles obreros tecnológicos, o por el contrario, si se entiende la educación como proceso de crecimiento y responsabilidad personal y social. Desde nuestro punto de vista, la competencia digital no debería estar concebida como “manual de instrucciones” de la tecnología que nos va lanzando el mercado, sino como marco de reflexión y participación democrática que cuestiona ese mismo mercado y que orienta la tecnología a construir un mundo más justo y más solidario, formando ciudadanos críticos y activos en la sociedad de su tiempo.

En este sentido, educar sobre-con-para-en la cultura digital significa también fomentar una actitud ético-política en el acceso, la interacción y la participación en la cultura, entendida como una cultura participativa, social, libre, solidaria y cívica. Y con ello para ser mejores ciudadanos, mejores trabajadores, mejores consumidores, mejores aprendices, mejores personas… con criterio propio para usar, cuestionar y discutir la tecnología.

DÓNDE. El ensayo y error puede resultar un aprendizaje muy significativo, pero la escuela como símbolo de la institución educativa, que también incluye los planes curriculares y los profesores, tiene la obligación de optimizar el tiempo de aprendizaje y evitar segundos tropiezos en piedras conocidas. La escuela tiene, por tanto, el reto de integrar esas experiencias de aprendizaje informal, promover entornos flexibles y dinámicos y guiar la experimentación desde pedagogías constructivistas que ayuden a sistematizar procesos de aprendizaje formal de competencia digital.

CÓMO. Introduciendo procesos de participación en el uso social de la tecnología y combinando procesos reflexivos de lecto-escritura, de producción-consumo, de codificación-decodificación, de recepción-emisión. Este reconocimiento nos lleva a plantear currículos donde el eje transversal no esté marcado por las tecnologías, sino por los usos sociales de las mismas y por la reflexión en torno a ellas. Más que educar en tecnologías, se trata de educar en cultura tecnológica y en sus valores. En este sentido, es recomendable estructurar la formación en torno a destrezas y temas transversales, como pueden ser la construcción y gestión de identidad, las cuestiones relativas a privacidad-intimidad, los conflictos de propiedad intelectual o las nuevas formas de marketing.

PROPUESTA DE TRABAJO. La Red y la cultura participativa puede ser enfocada como un fértil ecosistema de una extrema riqueza y biodiversidad, como un lugar donde sembrar, cultivar y recoger conocimiento, pero un lugar también donde proteger y cuidar los frutos para germinar nuevas cosechas. Para abordar esta visión de la Red e introducir el adiestramiento en competencias digitales básicas (tratamiento de la información, uso de TICs, trabajo en red, reflexión crítica, etc.) propongo para terminar un esquema simple que he venido utilizando en los últimos años en cursos de formación del profesorado:

1. Reutilizar. Localizar, filtrar y sintetizar conocimiento ya producido y distribuido en la Red. Aprender a citar y reconocer el valor del trabajo de los otros en su participación a la cultura común.
2. Reinterpretar, reconstruir, renovar, reciclar, recuperar, etc. Reconstruir discursos propios a partir del conocimiento distribuido. Avanzar en nuevas interpretaciones y puntos de vista.
3. Devolver, compartir. Publicar y divulgar los pensamientos y obras propias, compartir el conocimiento generado y ponerlo en diálogo con el resto de voces de la Red.