El precio de la diva
Los viejos rockeros nunca mueren pero sí pueden ser sexys y barrigones. En cambio, las viejas rockeras mueren si son barrigonas porque dejan de ser sexys.
Es lo que le ha pasado a Alanis Morisette, a quien no se le perdonan esas dos tallas de diferencia. Dos tallas que separan a la diosa de la madre, según la crónica de El País de hoy:
“La canadiense ha pasado de ser esa deseada novia rockera a la madre del amigo José, a la que canta El Canto del Loco”
Dos tallas que llevaron a Toni Garrido a decir en directo algo así como “no se sabe si se ha separado o se ha comido al marido“ (la cita literal en el vídeo).
Dos estúpidas tallas que serían prácticamente invisibles en caso de ser hombre.