Evitar las fuentes anónimas

El reciente escándalo del semanario Newsweek por la cita de una fuente anónima sobre la supuesta profanación del Corán en Guantánamo se suma al debate abierto en torno al uso y abuso de este tipo de atribuciones. Estos graves errores -que en este caso se ha cobrado 17 muertos- vienen a confirmar la urgente necesidad de exigir a los medios de comunicación un escrupuloso recelo en el uso de fuentes anónimas. El debate está abierto. Algunos medios ya han manifestado su intención de ser más extrictos con la revelación de fuentes, como veíamos hace unos días en las propuestas de The New York Times, Wired News y ahora también por parte de USAToday.

Un periodismo serio debe evitar en lo posible este recurso si quiere recuperar el descrédito en el que se ve sumido frente a la opinión pública. Bill Kovach, presidente del Committee of Concerned Journalists, así lo afirmaba en la pasada apertura del Máster de Periodismo de El País (pdf, html): "La tarea del periodista consiste en decir lo que sabemos y lo que no sabemos y contar quiénes son nuestras fuentes, para que los ciudadanos puedan formar su juicio”. Kovach es también coautor, junto a Tom Rosenstiel, del fantástico libro Los elementos del periodismo (también en español), donde se recogen las bases de lo que debería ser un periodismo honesto y enfocado en el ciudadano.